Por Mónica Uriel | ANSA Latina
Mas no asistió a la manifestación, cuyo lema fue "Ahora es la hora", pero sí lo hicieron varios miembros de su gobierno. Esta es el tercer año consecutivo en que el 11 de septiembre, jornada festiva en Cataluña, se celebra una manifestación masiva para reclamar la independencia de la región. El año pasado 1,5 millones de personas formaron una cadena humana. Este año los manifestantes formaron a lo largo de 11 kilómetros una "V" (de "votar" y "victoria") humana en los dos principales ejes de Barcelona, la Gran Vía y la Diagonal.
Los participantes formaron la "senyera" (bandera catalana), de color rojo y amarillo, colores que llevaban en sus camisetas. En la plaza de las Glories, la confluencia entre la Gran Vía y la Diagonal, se introdujo una papeleta en una urna mientras el cantautor catalán Lluis Llach interpretaba "Ahora es la hora" al piano. En el escenario había torres formadas por un millar de urnas.
La consigna más escuchada en la manifestación fue "independencia". El recorrido de la manifestación estuvo repleta de banderas "esteladas" (banderas independentistas catalanas) portadas por los manifestantes. Las "senyeras" (banderas catalanas) colgaban de numerosos balcones en Barcelona, como del consulado argentino.A lo largo del recorrido había varias urnas de dos metros de alto, delante de las cuales muchos manifestantes se hicieron fotos.
Fue el caso de Pedro Prat, de 74 años, quien dijo a ANSA que quiere "tener la libertad de ser catalanes y que no nos manden otros gobiernos".Prat espera que el 9 de noviembre se celebre el referéndum "y si no, será otro año" y considera que "España es un lastre para Cataluña. Se llevan más de lo que nos dan", argumenta. Marta Rigart, de 49 años, se hizo un "selfie" (autofoto con el teléfono celular) junto con su esposo delante de una urna gigante y dijo que "después de la consulta del 9 de noviembre, comenzarán las negociaciones con Madrid".
Cerca de 1,8 millones de personas, según la guardia urbana, se manifestaron hoy en Barcelona para reclamar que el gobierno de Mariano Rajoy permita el referéndum sobre la independencia anunciado por el gobierno regional catalán.
Los manifestantes pidieron al presidente regional catalán, Artur Mas, que saque las urnas a la calle el 9 de noviembre, tal como ha anunciado, aunque Rajoy recurra su decisión ante el Tribunal Constitucional, como ha anunciado, por considerarlo ilegal. "Lo hemos conseguido: hoy hemos llenado las calles y el 9 de noviembre llenaremos las urnas", dijo Carme Forcadell, presidenta de la entidad Asamblea Nacional Catalana (ANC), una de la que convocó a la manifestación, que se dirigió a los participantes desde la Plaza de las Glorias. "Votaremos por dignidad, porque somos ciudadanos, no súbditos", dijo Forcadell, que instó a Mas a "poner las urnas" porque "la independencia ya no se proclama desde el balcón sino a través de las urnas". Forcadell terminó su discurso con un "Viva Cataluña libre".
Mas no asistió a la manifestación, cuyo lema fue "Ahora es la hora", pero sí lo hicieron varios miembros de su gobierno. Esta es el tercer año consecutivo en que el 11 de septiembre, jornada festiva en Cataluña, se celebra una manifestación masiva para reclamar la independencia de la región. El año pasado 1,5 millones de personas formaron una cadena humana. Este año los manifestantes formaron a lo largo de 11 kilómetros una "V" (de "votar" y "victoria") humana en los dos principales ejes de Barcelona, la Gran Vía y la Diagonal.
Los participantes formaron la "senyera" (bandera catalana), de color rojo y amarillo, colores que llevaban en sus camisetas. En la plaza de las Glories, la confluencia entre la Gran Vía y la Diagonal, se introdujo una papeleta en una urna mientras el cantautor catalán Lluis Llach interpretaba "Ahora es la hora" al piano. En el escenario había torres formadas por un millar de urnas.
La consigna más escuchada en la manifestación fue "independencia". El recorrido de la manifestación estuvo repleta de banderas "esteladas" (banderas independentistas catalanas) portadas por los manifestantes. Las "senyeras" (banderas catalanas) colgaban de numerosos balcones en Barcelona, como del consulado argentino.A lo largo del recorrido había varias urnas de dos metros de alto, delante de las cuales muchos manifestantes se hicieron fotos.
Fue el caso de Pedro Prat, de 74 años, quien dijo a ANSA que quiere "tener la libertad de ser catalanes y que no nos manden otros gobiernos".Prat espera que el 9 de noviembre se celebre el referéndum "y si no, será otro año" y considera que "España es un lastre para Cataluña. Se llevan más de lo que nos dan", argumenta. Marta Rigart, de 49 años, se hizo un "selfie" (autofoto con el teléfono celular) junto con su esposo delante de una urna gigante y dijo que "después de la consulta del 9 de noviembre, comenzarán las negociaciones con Madrid".
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